Laura Fúnez y la Escuela Bolera
Escuela Bolera, fuerza y elegancia en el tablao.
Esta semana, nuestro cuadro flamenco se renueva para ofrecerte una experiencia llena de matices y talento desbordante.
Esta semana en Tablao Flamenco 1911 el flamenco no se celebra, se desata. Hemos partido la semana en dos para regalarte dos experiencias, dos latidos distintos con un mismo corazón. Un cartel que muta para llevarte de la maestría más pura a la explosión más visceral. Agárrate.
PRIMER ACTO: LA FAMILIA (De lunes a jueves)
Arrancamos la semana con un cuadro que es pura solera, una familia de maestros que respira al unísono. Imagina el baile: la elegancia infinita de Laura Fúnez, la raza de Claudia de Utrera y la planta de Mariano Lozano. Un trío de ases que domina el escenario con una mirada. El sonido lo ponen dos cátedras a la guitarra, un diálogo de gigantes entre David Cerreduela y Ricardo Vázquez. Y el quejío, ay, el quejío… una cumbre de voces con el metal de Jacob Quirós, el eco de Saúl Quirós y la genialidad inclasificable de Diego Amador. Todo ello mecido por la flauta de Jesús Montoya y el motor rítmico de Iván Losada. Pura seda y fuego.
SEGUNDO ACTO: LA EXPLOSIÓN (De viernes a domingo)
Y entonces, llega el fin de semana. Y el guion salta por los aires.
El escenario se reinventa. Mantenemos la elegancia de Laura Fúnez como ancla, pero a su lado la familia crece y la sangre hierve: aterriza el torbellino de Paula Rodríguez Lázaro y la explosión de Moises Navarro. En la guitarra, a la maestría de Ricardo Vázquez se le suma el compás y la sangre de Jose Losada, creando una pared de sonido distinta. El cante mantiene a sus dos pilares, Jacob Quirós y Saúl Quirós, para que la verdad no se mueva de su sitio. Y el compás y la melodía de Iván Losada y Jesús Montoya siguen siendo el corazón que lo bombea todo.
No son dos espectáculos. Es una historia. La misma historia contada por dos familias de leyendas. No tienes que elegir. Tienes que vivirlo.
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